jueves, 14 de abril de 2011

Problemas más comunes en los estudiantes

Existen determinadas cosillas que nos impiden lograr nuestros objetivos ante el estudio. Aquí os presentamos las más habituales que nos hemos encontrado en nuestros estudiantes a lo largo de toda nuestra experiencia docente. Para empezar, las más comunes y lo que podríamos denominar “El enemigo de todo estudiante” son las distracciones que le impiden concentrarse, estas distracciones pueden tener un origen interno o externo:QU-ES-~1
· Las distracciones de origen interno: son aquellas que provienen del mismo estudiante. Se trata de una especie de voz interior que desvía nuestra atención hacia fantasías, preocupaciones,... mientras estudiamos. ¿Cómo podemos evitarlas? Haciendo el estudio lo más activo y organizado posible y teniendo en cuenta que el cansancio y la tensión favorecen una actitud de dispersión.
· Las distracciones de origen externo: son aquellas que provienen del contexto exterior del alumno. Vienen desde fuera e interrumpen nuestra concentración (ruido, llamadas, vecinos,...) ¿Cómo podemos eludirlas? Manteniendo y respetando un horario planificado y el tener un lugar destinado a las sesiones de estudio nos servirá de ayuda.
Otros problemas bastante frecuentes son la falta de método de estudio y la falta de planificación. A lo largo de este blog podrás encontrar numerosos consejos para que éste no sea tu problema, pero resumiendo te podemos decir que lo principal consiste en tener un sistema eficaz de trabajo, saber cómo estudiar una asignatura en concreto, ser organizado y no perder el tiempo. También sirve de mucha ayuda llevar la asignatura al día y ser ambiciosos en cuanto a la nota a sacar (es decir, estudiar para sacar un 9, porque en el caso de que el examen te salga mal lo más seguro es que saques un 5 ó un 6, pero si estudias para sacar un 5 y el examen te sale mal suspenderás).
Por todo esto, debemos adquirir buenos hábitos de trabajo que son muy beneficiosos para el estudiante y sirven para que los demás se den cuenta de que no siempre estamos disponibles. Afrontar las distracciones y asumir la actitud adecuada son los caminos hacia la concentración en el estudio.
La actitud alimenta la concentración, por eso siempre es preferible un método de estudio que la provoque a otro que nos mantenga pasivos ante el libro. Es fundamental no ceder nunca en el momento en que la concentración se desvanece y nos convencemos que es mejor dejarlo. Cuando la atención flaquea, hay que fijarse un objetivo sencillo y breve. Aunque resulte difícil, debemos evitar caer víctimas de la impaciencia, ya que el aprendizaje lleva tiempo y se realiza a saltos.
Con tu esfuerzo y nuestra ayuda ten por seguro que podrás solventar estos inconvenientes y conseguir tu objetivo. Somos profesionales con una dilatada experiencia, y a lo largo de todo este tiempo nos hemos encontrado con casos de todo tipo. Lo importante en esto es querer hacerlo, y si necesitas cualquier tipo de ayuda o asesoramiento puedes ponerte en contacto con nosotros. Estaremos encantados de ayudarte.

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