viernes, 1 de abril de 2011

Consejos para empezar a estudiar

En este apartado pretendemos orientarte en uno de los momentos más complicados para cualquier estudiante, el momento de ponerse delante del libro a estudiar. Si no te gusta estudiar, si aparcaste los estudios hace tiempo y quieres retomarlos, o si simplemente quieres ponerte las pilas con el estudio, lo que viene a continuación te puede interesar.

donald-estudiandoHay una serie de técnicas que nos pueden ayudar a sacar el mayor provecho posible al tiempo del que dispongamos para estudiar, es lo que se conoce como técnicas de estudio (pero eso lo veremos en otro momento, vamos por partes). Queremos que quede bien claro que no importa que seas mejor o peor estudiante, más o menos vago o que tengas un alto o bajo cociente intelectual, lo primero que tienes que hacer y que resultará decisivo para tener éxito es aprender a planificarte. Esa es la clave y de lo que vamos a tratar ahora.

Algunos consejos que pueden ayudarte a la hora de planificar tu tiempo de estudio son los siguientes:

1. No dejar para última hora estudiar para un examen, hacer un trabajo, etc. Vamos, como casi cualquier cosa en esta vida. Ten en cuenta que por muy fácil que parezca algo, al final siempre pueden darse complicaciones de última hora. Si por el contrario, vas haciendo las cosas poco a poco evitarás el estrés, agobio y cansancio que produce trabajar bajo tanta presión y rendirás más y mejor.

20100502215256-reloj2. Dedicarle al estudio un tiempo fijo al día: Se trata de coger poco a poco un hábito. Lo mejor es ir avanzando paulatinamente. Cada uno en función del tiempo disponible que tenga, pero lo importante es trabajar sobre ello todos los días. Por ejemplo, si queremos estudiar tres horas al día, no debemos empezar estudiando tres horas (sobre todo si no tenemos el hábito, ya que probablemente tiraríamos el libro por la ventana a las primeras de cambio), empezaremos con media hora la primera semana, una hora la segunda semana, hora y media la tercera la semana y así sucesivamente hasta conseguir el tiempo deseado.

3. Dosificar el tiempo: Aquí me refiero a que hay que tener en cuenta los descansos. La mente humana no es capaz de fijar la atención por un periodo más largo de cuarenta minutos, así que de nada sirve seguir machacándose las neuronas. Establece un pequeño descanso cada cierto tiempo. Puedes ir a la cocina y beber un vaso de agua, levantarte de la silla y estirar algo los músculos… lo que quieras, pero que no sea más largo de 10 minutos, ya que entonces perderías el ritmo.

4. Preparar con antelación el material que necesites y acabar todos los días el trabajo o el estudio que tengas planeado. Lo dicho, debes mirar con antelación los días que tienes para un examen y repartir entre esos días la materia a estudiar. Si cumples con tu programación ten por seguro que ese examen lo superarás. También conviene tener a mano todo el material necesario, los folios, bolígrafos, cuadernos, libros, etc.

5. Evitar interrupciones y distracciones. Cuando estés estudiando debes estar estudiando. Esto que parece de Perogrullo en la realidad no es tan fácil. No es aconsejable estar viendo la tele, escuchando música, hablando por teléfono o con el ordenador mientras estudias. Así no te cundirá el tiempo y la atención la mantendrás dividida, por lo que no recordarás ni la mitad de lo que estudies y no podrás terminar el trabajo asignado para ese día.

agenda2_06. Tener una agenda o calendario. Donde puedas tener anotado y bien ordenado todo lo que necesites relacionado con tus estudios, objetivos, fechas importantes, tu propia planificación del trabajo, etc. De esta manera la programación será mucho más fácil y tú mismo podrás ver cómo has ido avanzando y lo que tienes pendiente.

Bueno, esto parece fácil, ¿no?, realmente lo es, no es nada que no puedas conseguir. Tan sólo se necesita un poco de fuerza de voluntad por tu parte y ser persistente en el tiempo. Seguro que cuando empieces cuesta algo más de lo que habías pensado, pero lo importante es seguir adelante, y como todo hábito, al final lo harás casi sin pensar. Cuando mires hacia atrás y veas todo lo que has conseguido te sentirás orgulloso y satisfecho de ti mismo. Así que no pierdas más el tiempo, ¡Animo!, decide qué quieres de tu futuro y ¡A estudiar!

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