martes, 10 de mayo de 2011

La Ola

Estamos acostumbrados al cine procedente de Estados Unidos así como a sus subproductos, pero hoy vamos a hablar de una película europea, alemana por más señas, "La Ola", del año 2008.

Nos situamos en la Alemania actual, en un instituto de educación secundaria, donde trabaja el profesor Rainer Wenger, el cual tiene que dar un seminario sobre la Autocracia como forma de Gobierno. Wenger está un tanto frustrado pues en su juventud fue un radical de izquierdas y hubiera preferido encargarse del seminario referente a la Anarquía que uno de sus colegas no quiere cederle. 

2De nuevo nos encontramos a un profesor que va contra las reglas y normas establecidas a la hora de enseñar y que aplica métodos novedosos que llamen la atención de sus alumnos.

Rainer en un momento determinado plantea si sería posible que en la Alemania actual pudiera implantarse de nuevo una forma de gobierno autócrata, al estilo de la que se impuso durante el Tercer Reich. Los alumnos piensan que esto no es posible en los tiempos demócratas actuales. 

Rainer decide enseñarles lo fácil que puede ser manipular a las masas y después de hacerse elegir "democráticamente", como el líder de la clase, cada día impone una nueva norma a sus alumnos que ellos, alentados por la oratoria y la persuasión del profesor asumen con entusiasmo. 

Los alumnos adquieren conciencia de grupo y aquellos que no se someten a las normas se ven aislados y postergados del resto. Rainer incluso sugiere un uniforme, una simple camisa blanca y establecen un saludo que les identifica. El movimiento se extiende fuera de las aulas y va escapando al control del profesor.

Aquí tenemos un ejemplo del poder de la enseñanza. Un profesor debe ser consecuente y cuidadoso con su clase, con sus alumnos. Aquellos que nos enseñan pueden influirnos toda nuestra vida. Seguramente muchos de nosotros recordamos a tal o cual maestro que nos hizo la vida imposible, que nos hizo odiar las matemáticas o nos transmitió su amor por el arte o la poesía. No somos simples máquinas de hablar. Lo que hacemos y decimos puede quedar grabado a fuego en aquellos que nos escuchan, igual que como lo hacemos o como lo decimos.

Somos responsables de nuestra clase. Tenemos que ayudar a adquirir y transmitir conocimientos pero tan importante es hacerlo, es importante como como lo hacemos. No podemos humillar, aislar o faltar al respeto. Los tiempos del profesor autoritario han pasado a la historia pero eso no supone que nos tengan que faltar al respeto o no seguir nuestras indicaciones. 

Tenemos que ponernos en el lugar de nuestros alumnos, identificar sus sentimientos y conocer si nuestro trabajo está siendo positivo, si esta siendo de utilidad y vamos a conseguir nuestro principal objetivo, enseñar. No vamos a lucirnos y demostrar cuanto sabemos de una materia determinada, no vamos a realizar experimentos didácticos con gente tan importante como nuestros alumnos, algo que el profesor Wenger debería saber, que "Los experimentos se hacen con gaseosa".

Y por cierto, la película se basa en un suceso real, en un experimento realizado en 1967 en California.

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