lunes, 2 de mayo de 2011

El Club de los Poetas Muertos

el-club-de-los-poetas-muertos-vcd1Iniciamos aquí una serie de artículos dedicados a películas que, dentro de su temática principal abordan el tema de la formación o nos plantean interesantes puntos de vista sobre las relaciones entre profesores y alumnos. Buscamos obtener ejemplos que nos pueden ser de ayuda a la hora de afrontar las clases, tanto desde el punto de vista del alumno como del profesor.

Hoy hablamos de una película de 1989, "El club de los poetas muertos", dirigida por Peter Weir. Sus interpretes fueron Robin Williams, en el papel del profesor John Keating. Para aquellos que les guste el cine, se sorprenderán de ver cómo si este actor deja de lado sus excesos histriónicos puede ser un actor de primera categoría. Junto a él veremos a otros actores ya consagrados en cine o en televisión, como Ethan Hawke o Robert Sean Leonard, éste último más conocido por sus apariciones en la serie House.

En el film se nos narra como llega a la Academia Welton, la típica institución para "niños bien", un nuevo profesor de literatura y además antiguo alumno del centro, el profesor Keating. Keating plantea una revolucionaria forma de dar las clases a sus alumnos, muy alejadas de las encorsetadas normas del centro y que los alumnos, ya en el último curso, son las únicas que conocen. En Welton se prepara a los alumnos para obtener las más altas calificaciones, para "triunfar" en la vida, pero se ha descuidado su preparación como personas. Keating les enseña una nueva orientación, una nueva perspectiva de la vida, con una forma nueva de enseñar y aprender, interactuando con los alumnos, lo que hace que, al poco tiempo, le consideren el mejor de los profesores. Esto provocará la envídia del resto del profesorado y chocará con la mentalidad conservadora y anticuada del centro que ve en Keating no a uno de los suyos, sino a alguien que no se adapta "a las normas".

En la película veremos escenas que no olvidaremos, como las reuniones de los chicos por las noches en su escondite secreto, la "terapia de choque" que realiza Keating con uno de sus alumnos para que pierda el miedo "escénico" o cómo los alumnos consideran a su profesor su "Capitán".

Iremos viendo como los chicos se transforman, como entienden el mundo que les rodea de una forma diferente y se debe pagar un precio por tener la libertad de elegir; que desarrollarse como ser humano no sale precisamente gratis, sino que implica sacrificar lo que realmente deseamos o sentir el amargo sabor de la traición.

Esta película, a pesar del tiempo transcurrido no ha perdido ni un ápice de su mensaje. Es una de esas películas de las que se dice que "han envejecido bien" y que permite pasar un rato de esos que llamamos "buen cine". No es una " película espectáculo" con escenas grandiosas, bellos paisajes o enormes explosiones, pero sí es un película que podemos ver más de una vez sin aburrirnos.

Realmente, todos los que nos dedicamos a la formación tenemos algo que aprender del profesor Keating. Carpe Diem.

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